lunes, 22 de noviembre de 2010

Menú del Hotel Ritz. 1950

Menú del Hotel Ritz, de Madrid, el día 18 de septiembre de 1950. Manuscrita figura la dedicatoria: Con cariño para toda la simpática familia Serra. Firma: Pilarín.


Como decía la canción "Malos tiempos para la lírica"; malos debían de ser cuando en el menú de todo un Ritz aparece la mortadela. No hay ningún plato que, desde la opulencia de hoy, nos llame la atención. Más bien es bastante vulgar y básico; pero seguro que en 1950 debía ser gloria bendita.


Sirva de testimonio de los gustos gastronómicos de la época.


4 comentarios:

  1. A pesar de que hay quien atribuye un origen romano a la mortadela, fue en Bolonia donde, en la Edad Media, una congregación de frailes de los conventos de la zona empezó a elaborar uno de los más sabrosos embutidos italianos. En esa época, los frailes pisaban la carne en morteros, de aquí el origen del nombre “mortadella”. Una buena mortadela boloñesa sigue siendo a día de hoy un manjar; no, evidentemente, las imitaciones que se venden en la práctica totalidad de los supermercados españoles, y más lo era en la época de la carta que se nos muestra aquí, pues se trataba de una mercancía importada. Téngase en cuenta que, a imitación de la oferta de estos grandes hoteles, hasta bien entrados los años 70, los entremeses de los menús de la práctica totalidad de los restaurantes españoles se componían de "embutidos", entre los que figuraban no sólo los nuestros propios, sino también toda clase de mortadelas y jamones cocidos, tipo york. Tan malos, pues, no eran los tiempos para los que acudían a comer al Ritz, más bien todo lo contrario.

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  2. Gracias por contarnos el origen de ese embutido, del que tanto he disfrutado de pequeño. Para mí una buena mortadela boloñesa ha sido siempre el mayor placer de mis meriendas; pero tienes razón, la mayoría de la gente no sabe lo que es la boloñesa de verdad, y por mortadela entienden cualquier mal embutido. Aunque hoy no figure en las cartas de los restaurantes, ya sea por cuestiones de moda o de sibaritismos, las cosas buenas siguen siendo buenas, y no cabe duda de que la boloñesa es una de ellas.

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  3. ¡Cuánta razón tenéis! Ya hubieran querido muchos comer mortadela en aquellos años... La verdad es que es muy interesante ver cómo hemos cambiado desde entonces y hemos sustituido en poco tiempo los embutidos por los mariscos, y por cosas mucho más ¿refinadas? con nombres a veces impronunciables (o incomprensibles). Ahí también podemos ver cómo España ha evolucionado a una velocidad supersónica, y no sólo en lo relativo a cuestiones tecnológicas. Gracias por traernos a la memoria estas cosas tan curiosas e interesantes.

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  4. ¡Hola a todos! Los que tanto añoráis la mortadela, no tenéis por qué preocuparos: como sigamos a este paso, retrocediendo en vez de evolucionando, pronto volveremos a ver la mortadela en el menú del Ritz. Con estos políticos, cada día que pasa queda menos para ello. De todas formas, estoy de acuerdo con vuestros comentarios.

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