martes, 5 de junio de 2012

Quiniela de fútbol 1953 y 1966

Resulta curioso cuando damos un vistazo al pasado y de pronto, aquello que nos parece lejano, está ahí, cercano en el recuerdo. Es el caso de las famosas quinielas de fútbol, esperanza de muchas generaciones de españoles y que, desgraciadamente, solo eran eso, esperanza. Recuerdo como mi padre me cuenta que lleva haciendo quinielas desde mediados de los años cincuenta, es evidente que cuando sigue es porque aún no ha perdido la esperanza; no así los dineros perdidos.

Estos dos boletos, sellados el primero el 1 de noviembre de 1953 y el segundo con fecha 18 de septiembre de 1966 (este último no sellado), nos traen al recuerdo en primer lugar nombres de equipos de fútbol de estabán en el candelero y que actualmente, o han dejado de existir o penan por las divisiones inferiores del fútbol patrio; equipos como el Pontevedra, Torrelavega, Ferrol, At. Ceuta, Condal, Badalona, Algeciras, R. Jaén, Alcoyano, At. Tetuán, Linense, Melilla, España Tanger... (curioso este último).  En el de 1953 son curiosas las normas de reparto de premios que figuran al reverso:

"El 55 por ciento de la total recaudación nacional, se dividirá en dos premios idénticos, uno de los cuales será distribuido a partes iguales entre todos los pronosticadores que acierten el mayor número de ganadores y empatados, sin tener en cuenta el tanteo y el otro entre los que más se hallan aproximado a este número.
     Si por se mayor el número de máximos acertantes que el de los más aproximados, en principio les correspondiese a aquellos  menos cantidad que a estos, se sumarán ambos premios y se repartirán a partes iguales entre todos ellos.
     Si desde [...] aplicación del parrafo anterior, cada uno der los más aproximados repartiese menos de 50 pesetas, se quedará sin premio y su importe pasará a incrementar el distribuible entre los máximos acertantes".

Tomemos aire, complicado de entender. Por lo que respecta al boleto de 1966 cabe destacar la profusa publicidad de que hace gala tanto en el anverso como en el reverso. La crema dental y cepillos Profidén y el fijador brillantina Patrico anidan en el anverso; en el reverso "prendas Piuma D'Oro garantia de calidad", un chiste de Peñarroya y los plazos de reclamación de la quiniela, donde resulta curioso que si el premio es superior a 5.000 pesetas, y no avisan, tienes 11 días para reclamar; pero es inferior a esa cantidad tienes 30 días. El sistema era autocopiativo. El precio era de 10 pesetas para dos apuestas y de 30 para seis apuestas.






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